Los medicamentos fotosensibles son aquellos cuya administración puede provocar que la piel del paciente reaccione de forma anormal a la exposición solar. Existen numerosos principios activos que pueden desencadenar este tipo de efectos adversos, y que se encuentran presentes en medicamentos de uso muy común como anticonceptivos, antibióticos, antihistamínicos, antidepresivos, antidiabéticos, antihipertensivos, etc.
La fotosensibilidad inducida por medicamentos se manifiesta por la aparición de lesiones en las zonas de la piel expuestas al sol en forma de eritema, edema, o ampollas que producen picor, y que suelen remitir días después de dejar de tomar el fármaco. Sin embargo, es posible que queden manchas (hiperpigmentación) durante meses o años aunque el paciente ya no esté en contacto con el agente desencadenante.